Hay Momentos sublimes en que el camino te obliga a ser consciente. Un mensaje no respondido, sensaciones que invaden mi sangre, el corazón que se apreta, mi piel que grita, mi alma que guía, la sensación angustiante del pecho apretado, el dolor que hizo llagas en los huesos, la garganta asfixiante, los temblores en el cuerpo, la mente volando, el dolor, la sombra manifestandose, los miedos, las expectativas, la verguenza, las cosas mal hechas, la memoria y su voluble interpretación según el viento de las emociones.
Ser libre y uno mismo es lo que guía este viaje, poco a poco soy digno de mis huellas en la arena.